Femme | Review

Un drag queen es sometido a una brutal agresión homofóbica una noche que lo deja traumado, pero un día se vuelve a encontrar con su agresor que genera un juego de poder. George MacKay es simplemente fascinante. 
Femme (2023)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Sam H. Freeman y Ng Choon Ping
Reparto: George MacKay, Nathan Stewart-Jarrett, Aaron Heffernan, John McCrea y Asha Reid
Disponible: Google VOD

Una de las películas más comentadas del Festival de Berlín del 2023 por fin llegó a plataformas de VOD. Aquí conocemos a Jules (Nathan Stewart-Jarrett), un chico que trabaja como drag queen en un club del este de Londres. Cuando, tras una violenta agresión homofóbica, se encuentra con su atacante en una sauna gay, ve una oportunidad de venganza y asume otra forma de drag, infiltrándose en el mundo ultramasculino y cerrado del ex convicto Preston (George MacKay), pero como todo juego, hay alguien que sabe jugar y lo que vemos es un intenso juego de poder en una relación que nace del odio y del abuso.

Los directores Sam H. Freeman y Ng Choon Ping, crea toda una exploración inquietante cargada de sexualidad al contar una venganza tremendamente eficaz; un filme que reformula el neo-noir aprovechando un crimen de odio y desviando su poder hacia un thriller erótico trepidantemente y transgresor. Tanto Jules como Preston son, a su manera, actores y ambos utilizan sus respectivas actuaciones para canalizar y proyectar poder. Preston, es un hombre cargado de mucha furia vigorosa, tatuajes y arrogancia de matón, ha aceptado un ideal de invulnerabilidad masculina que es tan falso como su imitación de la sudadera amarilla que carga. Jules es majestuoso en el escenario como su fabuloso alter ego, aislado por un público que lo adora. Pero fuera del escenario, y en una tienda de la esquina del East End comprando cigarrillos, Jules se convierte en un objetivo. Sin embargo, las identidades no están escritas en piedra, ciertamente para un hombre gay, fuera o dentro del closet, debe aprender a adaptarse para sobrevivir. A medida que la relación se desarrolla entre ellos, la pareja alterna entre roles: sumiso y dominador; “hombre malo” y “zorra”; controlador y controlado, que es lo que hace a Femme fascinante. 

Con el uso de cámara en mano, los directores capturan la inquietud y la incertidumbre que hacen que la conexión entre Jules y Preston sea una bestia engañosamente voluble. Y aunque ambos están impulsados ​​más por el odio que por cualquier otra cosa, la atracción física entre ellos es palpable. Tanto Stewart-Jarrett como MacKay transmiten plenamente esa química. Jules, como personaje, es dominado e internalizado: Stewart-Jarrett insinúa los pensamientos oscuros y la agitación que preocupa a una persona que se ha encerrado profundamente en sí misma en los meses posteriores al ataque a los homosexuales. Preston, mientras tanto, es todo un espectáculo, es atrevido y desafiante, y MacKay sabe cargar con su mirada todo ese caparazón que cubre la incertidumbre y el autodesprecio que hay debajo del personaje, sin dudas MacKay se roba la película. 

La cinta sabe jugar muy bien con el ritmo y los tonos, incluso sabe como lograr grandes momentos de tensión como cuando Jules se cuela, casi sin esfuerzo, en el círculo íntimo de Oz (Aaron Heffernan, un aterrador amigo de Preston) durante una noche (a expensas del estatus de Preston con Oz y su pandilla); la forma en que aumenta la tensión de la película te pone los nervios de punta. 

Además la música que se utiliza ayuda a elevar los mejores momentos, sea de tensión o simplemente eventos sensuales entre los protagonistas; la evocadora partitura de Adam Janota Bzowski, es un lujo que ayuda a comprender los ritmos impulsados ​​por el mundo que habita Preston.

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