“Tal vez vine a Ipo para convertirme en uno de sus casos sin resolver”.
Puede que estemos ante uno de los mejores finales de una película en la historia del cine, sus últimos quince minutos son simplemente poéticos. La Decisión de Partir, es un thriller romántico dirigido por el maestro Park Chan-wook; cinta que llega este 23 de febrero a los cines. El filme inicia como una cinta policiaca elegante, pero conforme avanza se va convirtiendo en un drama romántico donde una investigación por homicidio se ve empañada por los sentimientos que surgen entre un detective y su sospechosa.
Hay que destacar que la cinta camina por las líneas del thriller psicológico absorbente, uno que nos hace dudar todo el rato de lo que estamos viendo, ya que pasa cambiando la perspectiva continuamente, dejando finalmente que sean sus personajes los que tomen la iniciativa y nos guíen a través de sus actos; y no es hasta el final cuando logramos entender la historia y la psiquis de los dos personajes, mucho más allá de comprender los asesinatos.
Cuando aparecen los créditos de La Decisión de Partir, nos queda la certeza de que el detective Jang Hae-joon (Park Hae-il) no volverá a dormir en su vida, ya que como sabemos este se enamora de una de sospechosa de un caso, pero como vemos al final este tendrá que vivir para siempre no solo sabiendo que dejó en libertad a una mujer culpable, sino también con el dolor de una historia de amor no resuelto. Después de matar a su segundo marido, Song Seo-rae (Tang Wei) va a la playa y cava un hoyo en la arena. Luego salta a él y espera hasta que la marea la ahogue, así su vida se la lleva el océano que tanto amaba. Todo lo que le deja a Hae-joon es un mensaje grabado que dice, que tal vez, su objetivo era convertirse en uno de sus casos sin resolver, un acto romántico pero egoísta, incluso se puede pensar egocéntrico.
Es un final trágico para un romance que estuvo condenado desde el principio, y Seo-rae siempre fue el punto trágico de dicha historia. Aunque puede parecer irrazonable para los espectadores, para ella, era lógico terminar con su propia vida de esa manera. Pero, ¿cómo y por qué Seo-rae llega a esta inevitable conclusión? ¿Y qué significa su mensaje final para Hae-joon? La respuesta está en los detalles más pequeños de su aventura, que comienza y termina con el significado de la muerte.
¿De qué se trata ‘La Decisión de Partir’?
Todo inicia cuando Hae-joon conoce a Seo-rae por primera vez mientras investiga la muerte de su primer marido, un hombre que es encontrado muerto al caer de una montaña, lo extraño del caso era que el hombre fue un gran fanático de escalar montañas, por lo que se piensa que pudo ser un accidente; sin embargo, las circunstancias reales de su muerte se vuelven confusas cuando Hae-joon y su compañero conocen a la joven viuda del muerto.
Para empezar, está el hecho de que Seo-rae no parece sorprendida por la muerte de su esposo, ni derrama una lágrima al escuchar la noticia. En segundo lugar, están las circunstancias en las que Seo-rae y Do-soo se casaron. Do-soo solía trabajar en la oficina de inmigración, y Seo-rae es una inmigrante china que logró quedarse en Corea del Sur a pesar de que todos los demás que hicieron el viaje con ella fueron enviados de regreso a casa. Luego, está la dinámica de poder que vivía el matrimonio donde Do-soo, golpeaba a su esposa, incluso la obligó a tatuarse sus iniciales en la parte inferior del vientre. Por último, pero no menos importante, está el hecho de que Seo-rae es buscada en China por el asesinato de su madre.
Pero, a pesar de sus sospechas, Hae-joon se enamora lentamente de Seo-rae, primero debido a su apariencia, pero luego porque ve algo de sí mismo en ella. Durante sus vigilancias, se imagina a sí mismo parado junto a ella o sosteniendo un cenicero para que ella apague sus cigarrillos. Durante las entrevistas, la corteja con comida de uno de los mejores lugares. Ella nota su afecto, entonces poco a poco le comienza a corresponder. Los dos entablan una delicada relación que se complica aún más por el hecho de que Hae-joon tiene una esposa esperándolo en casa.
A medida que se desarrolla la relación entre ellos, las sospechas sobre la joven viuda comienzan a desvanecerse. La muerte de su madre no fue exactamente un asesinato, sino un suicidio asistido: su madre había estado en el hospital bastante tiempo y estaba lista para partir. Seo-rae odia las montañas y, por lo tanto, nunca acompañó a su esposo en sus viajes. Además, tiene una coartada para el día de su muerte: trabajaba como cuidadora de una anciana llamada Granny Hae-dong, incluso la agencia lo confirma: llamaron al teléfono celular de Hae-dong y la propia Seo-rae contestó.
Pero todo cambia cuando Hae-joon cubre a Seo-rae en la casa de Granny Hae-dong y se da cuenta de que su coartada realmente no es verdad. Al mirar el teléfono de la anciana, nota que la aplicación del contador de pasos dice que caminó 138 pasos el día del asesinato, a pesar de que ella no ha salido de su casa en 10 años, Hae-joon finalmente descubre el plan de Seo-rae: ella se llevó el teléfono de Granny a las montañas y sedujo a Hae-joon para que le permitiera destruir pruebas como imágenes y grabaciones de voz, así él capta que todo ese tiempo ella lo estuvo utilizando.
Hae-joon le hace una visita sorpresa a Seo-rae para encararla, y después de decirle que está destrozado, le piede que arroje el teléfono que usó al fondo del océano, donde nadie pueda encontrarlo, terminando con ella y diciéndole que sus sentimientos le importan más que el caso.
Luego de esos eventos, la cinta salta un año más tarde, y ahora estamos en Ipo, la ciudad natal de Hae-joon, donde “por casualidad” un día se topa a Seo-rae, quien ahora está nuevamente casada con un analista bursátil. Ella ha viajado con su marido desde Busan para escapar de la ira del hijo de uno de los muchos clientes a los que ha engañado el hombre. Confundido y enojado, Hae-joon es arrastrado de regreso a la vida de Seo-rae cuando su esposo es encontrado muerto.
Una vez más, parece que ella no tiene nada que ver con el caso. El asesino es el hombre que los había estado amenazando en Busan, cuya madre murió recientemente en la pobreza. Pero, como de costumbre, Seo-rae está más involucrada en el crimen de lo que parece inicialmente. Resulta que ella mató a la madre del hombre usando las mismas pastillas que le dio a su propia madre.
Después de que la verdad sale a la luz, Hae-joon persigue a Seo-rae, pero es demasiado tarde para hacer algo por ella o por el caso. Sólo encuentra su auto en la carretera al lado de la playa, con su teléfono pegado al panel. En el dispositivo, encuentra una serie de mensajes de voz. En el último, Seo-rae confiesa que eligió esconderse en Ipo por culpa de Hae-joon. Además, su plan era convertirse en uno de sus “casos sin resolver”.
El suicidio de Seo-Rae
Estamos claros que Seo-rae no se suicida de la nada. Desde el momento en que Hae-joon rompe con ella, cae en una especie de depresión, devastada por haber lastimado al único hombre al que ha llegado a amar. Pero su tristeza no es lo único que la impulsa a quitarse la vida. Al suicidarse, se asegura de que Hae-joon nunca deje de pensar en ella.
Al principio de la película, nos enteramos de que Hae-joon tiene una pared llena de fotos de casos sin resolver que lo mantienen despierto por la noche. Según Seo-rae, las imágenes le gritan y evitan que se duerma. Más tarde, Hae-joon está a punto de cerrar uno de estos casos, pero el sospechoso se suicida frente a él. El hecho de que Hae-joon no haya podido arrestar a este hombre significa que el caso no está cerrado para él. Esto está simbolizado por el hecho de que mantiene las fotografías de la escena del crimen pegadas a su pared. Al convertirse en sospechosa de un crimen que Hae-joon está investigando y quitarse la vida, Seo-rae se asegura de que seguirá siendo un “caso sin resolver” y, por lo tanto, nunca dejará su muro mental, estamos claros que es un acto egoísta.
Cuando ella le revela a Hae-joon que, a diferencia de su esposo, nunca le gustaron las montañas, le dice una frase de Confucio “los hombres sabios aman el océano, mientras que los benévolos prefieren las montañas”. En el transcurso de la película, nos preguntamos acerca de la benevolencia de Seo-rae: es amable con los ancianos, pero mató a su propia madre; ella puede estar detrás de la muerte de su esposo, pero fue una esposa abusada. Visualmente, Seo-rae a menudo se filma frente a un papel tapiz que presenta formas puntiagudas, que pueden interpretarse como una cadena montañosa o un mar tumultuoso. Al usar el océano para quitarse la vida, deja en claro de una vez por todas que no es benévola, sino malvada y egoísta, dándole significado al título de la cinta.