La gran noche del pop | Review

‘La gran noche del pop’ es un documental  profundamente entretenido que habla sobre la grabación el éxito mundial “We Are The World”. 
La Gran Noche del Pop (2023)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Bao Nguyen
Documental
Disponible en Netflix 

A lo largo de la historia ha habido grandes momentos que cambiaron el rumbo, si lo podemos definir de esa forma; en el mundo más mundano, en lo que nos referimos a la cultura pop, también hubo esos eventos o momentos que cambiaron algo, y uno de ellos ocurrió en 1985 cuando surgió una canción llamada “We Are The World”, un tema que reunió a las más grandes estrellas de la música de ese momento, y que muchas de ellas al día hoy son consideradas las más grandes de la música. 

Bajo esa idea de que son, fueron y serán las más grandes leyendas de la música, este documental llamado La gran noche del pop, que sobra decir lo entretenido y eminentemente fácil de ver, nos muestra como ocurrió esa mítica canción, pero no es tanto eso, si no es la grabación, donde 50 de los artistas musicales más importantes del mundo, se unieron todos en una sola sala para grabar una de las canciones que cambió la música. Presumiblemente, todo el mundo conoce “We Are The World”, que sigue siendo uno de los sencillos pop más vendidos de todos los tiempos. 

El contexto es simple: a finales de 1984, Bob Geldof (los Boomtown Rats) llevó a las mejores y más brillantes estrellas del pop del Reino Unido a unirse y escribir una canción pop benéfica para millones de personas hambrientas en Etiopía (África estaba atravesando una sequía infernal en el tiempo). El supergrupo, que incluye a la élite del quién es quién del pop inglés, se une como Band-Aid y graba la canción “Do They Know It’s Christmas?” 

Personas como el conocido humanitario Harry Belafonte se dan cuenta y presionan al superproductor Quincy Jones para que haga lo mismo con los artistas estadounidenses (Jones señala: los ingleses blancos hacen más por los africanos que los negros estadounidenses no es una buena imagen), y entra rápidamente en acción. De ahí los sucesos ocurren rápidamente para crear la mítica canción.  

Jones, posiblemente el productor más popular del planeta de ese momento venía de producir Thriller, rápidamente reclutó a Lionel Ritchie con la idea de coescribir la canción con Stevie Wonder. Wonder, sin embargo, aparentemente trabaja a su propio ritmo responde cuando está bien y listo. Sin responder, Jones y Ritchie recurrieron a Michael Jackson para escribir lo que eventualmente se convertiría en “We Are The World”, pero las diversas excentricidades de Jackson que ya existía para entonces contribuyeron a algunos retrasos como indica el filme.

Mientras tanto, a medida que comienza a formarse una lista de superestrellas previstas, se acumulan una serie de pesadillas logísticas, incluida cómo reunir a todas estas personas en un solo lugar al mismo tiempo, siendo el tiempo el factor más determinante. El 28 de enero pronto se convierte en la fecha prevista, la noche de los American Music Awards, donde la mayoría de los artistas estadounidenses estarán en Los Ángeles esa misma noche. De manera algo inimaginable, Lionel Ritchie, cumpliendo una doble función demencial como uno de los líderes de “We Are The World”, también será el anfitrión de los AMA de esa noche y actuará dos veces.

Al igual que la inmediatez que se vive en la composición y grabación del tema, el documental de Nguyen se mueve con vertiginosa eficiencia, solo deteniéndose cuando llega la hora de ver como se grabó. Contado a través de una combinación de material de archivo y entrevistas en cámara con aquellos que aún están vivos (Ritchie, Bruce Springsteen y Huey Lewis son los narradores más confiables), además de grabaciones de audio y metraje detrás de escena de la canción es vamos armando el rompecabezas que fue esa noche. 

El documental está repleto de grandes historias. Podría ver dos horas más de este documental fácilmente. Desde Stevie Wonder sorprendido de que la canción ya estuviera escrita el día de la grabación, hasta Al Jarreau bebiendo demasiado, el mejor momento se lo lleva Bob Dylan, que pasa luciendo como el hombre más incómodo de la Tierra durante toda la sesión de grabación, una leyenda, pero no un cantante tradicional al lado de gente como Diana Ross, Ray Charles, Smokey Robinson, Tina Turner y más, y él lo sabe, y su momento de grabar quedó para la historia. 

La gran noche del pop no es un documental que busque marcar, o dar un ensayo, tampoco reinventa nada, ni debería hacerlo. Simplemente busca contar un evento que cambió la cultura pop, desde la mirada de varias personas involucradas, incluso las historias contadas desde la perspectiva de los operadores de cámara que estuvieron allí es apasionante.

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