La precuela de la exitosa distopía adolescente escrita por Suzanne Collins que sigue los origines del villano principal de la saga, ahora encarnado por un Tom Blyth que logra sostener el filme incluso en sus momentos débiles. Viola Davis es una roba escenas fabulosas.
Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes(2023)
Puntuación: ★★★
Dirección: Emma Tammi
Reparto: Tom Blyth, Rachel Zegler, Peter Dinklage, Jason Schwartzman, Hunter Schafer, Josh Andres Rivera y Viola Davis
Disponible: En cines
Han pasado ocho años desde que Sinsajo – Parte 2 puso fin a la participación de la estrella Jennifer Lawrence en la serie, saga que recaudó aproximadamente 3 mil millones de dólares en todo el mundo en cuatro películas. Tom Blyth y Rachel Zegler ocupan un lugar central en este nuevo filme, que se centra en los orígenes del gran villano de Los Juegos del Hambre. La balada de pájaros cantores y serpientes, es una precuela algo confusa pero sombríamente convincente dentro del contexto de la exitosa franquicia. Siguiendo un período crucial en el desarrollo del joven Coriolanus Snow, el hombre que se convertirá en el nefasto gobernante del estado soberano de Panem; la película camina en las líneas de un romance de acción que proporciona la emoción necesaria al mismo tiempo que ofrece nuevos personajes y giros narrativos interesantes como la reflexión del auge del mal.
Ambientada aproximadamente 65 años antes de la primera película de Los juegos del hambre, el nuevo filme nos presenta al adolescente Coriolanus (Blyth), cuya otrora prominente familia ha atravesado tiempos difíciles después de la muerte de su respetado padre. Panem se está preparando para la décima edición de los ‘Juegos del Hambre’, un concurso televisado en el que representantes de cada uno de los 12 distritos de Panem, son seleccionados por lotería y conocidos como ‘Tributos’, estos deberán luchar a muerte hasta que solo quede uno en pie. El arquitecto de juegos Highbottom (Peter Dinklake) anuncia un giro: este año, los estudiantes de élite de Panem servirán como mentores de los humildes Tributos. Coriolanus es asignado a la combatiente del Distrito 12, Lucy Gray (Zegler), cuyo coraje y hermoso canto la han convertido en una de las favoritas entre la audiencia que mira los Juegos en casa. Así que Coriolanus elabora una estrategia con Lucy para asegurar su victoria, cuyo triunfo le permitiría rescatar de la pobreza a su deshonrada familia.
Esta precuela ofrece una mirada a una encarnación anterior de los Juegos, presentada por Lucky Flickerman de Jason Schwartzman, cuyo cabello extravagante y estilo de hablar hacen obvio que está relacionado con el igualmente espectacular Caesar Flickerman de Stanley Tucci. La batalla en los juegos es un poco más primitiva, aquí los chicos combatientes se enfrentan en una arena un tanto más siniestra, lo que brinda amplias oportunidades para las brutales secuencias de las muertes.
Al igual que las entregas anteriores, el filme se basa en la novela de Suzanne Collins, y el director Francis Lawrence (quien dirigió toda la serie, excepto la primera película) regresa, lo que aumenta la sensación de continuidad. No hay una presencia tan magnética como la de Jennifer Lawrence en la nueva película, pero Tom Blyth logra generar el suficiente atractivo para intrigar. Lastima que por momentos la historia se vaya por el romance que se termina sintiendo una nueva versión del romance de Romeo y Julieta, por lo que ese argumento carece de originalidad, aunque el director Lawrence encuentra maneras de animar este universo cinematográfico al insinuar la oscuridad que pronto consumirá a Coriolanus, quien fue interpretado con serenidad amenazante por Donald Sutherland en las películas anteriores.
Al principio, Blyth (Billy The Kid, Benediction) parece un poco inexperto, pero esa superficialidad finalmente resulta ser el punto en esta interpretación de un joven inexperto desesperado por devolver el nombre de los Snow a la gloria. En ese camino hacia el poder se enamora de la encantadora e ingeniosa Lucy Gray, pero a medida que la película va más allá de los Juegos, fijando un rumbo hacia un nuevo terreno que toma el personaje, revelando otros lados de este adolescente que finalmente dictarán el camino de su vida. Inevitablemente, generará comparaciones con las precuelas de Star Wars, que de manera similar narraron el auge de la maldad en un joven de rostro fresco.
Zegler nuevamente exhibe una mezcla de exuberancia e inteligencia. Aunque no es una copia al carbón de Katniss Everdeen de Jennifer Lawrence, Lucy Gray es superficialmente similar, lo que significa que también se parece a las heroínas luchadoras y valientes que poblaron las franquicias que surgieron a raíz de Los juegos del hambre. Aunque su mayor virtud es su hermosa voz a la hora de interpretar las canciones que escuchamos en la cinta.
El maquillaje y el vestuario extravagantes vuelven a destacar, especialmente cuando la demente Dr. Gaul interpretado por una fascinante y roba escenas Viola Davis, quien dirige los juegos, hace alarde de las muchas peculiaridades de su personaje. Con su cabello llamativo, ojos desiguales y modales diabólicos, Gaul es el tipo de excentricidad que amamos de esta serie, y la maldad desenfrenada de la ganadora del Oscar es encantadora.
En cuanto a los temas que toca la cinta, realmente son los mismos de las anteriores, como la desigualdad económica, el autoritarismo y la insaciable sed de la sociedad por espectáculos sedientos de sangre, todos tratados con el escapismo adolescente de ciencia ficción. Sin embargo, ese acto de malabarismo no siempre se ha mantenido hábilmente, y aquí esa narrativa se pierde en ocasiones, ya que la historia se va más por el lado romántico, especialmente cuando el protagonista se despide de los Juegos y se encuentra en el Distrito 12, pero dicho acto puede ser el mejor del filme, ya que es donde el personaje encuentra su tono y es donde Blyth brilla más, dejándonos la sensación de que una nueva estrella ha nacido, como lo fue Lawrence en la primera.