El asesino | Review

Michael Fassbender interpreta a un asesino frío que practica yoga y reflexiona sobre su vida, en el reencuentro de David Fincher con el escritor de ‘Se7en’ Andrew Kevin Walker.
El Asesino (2023)
Puntuación: ★★★★
Dirección: David Fincher
Reparto: Michael Fassbender, Tilda Swinton, Charles Parnell, Arliss Howard, Kerry O’Malley y Sophie Charlotte
Disponible: Netflix

David Fincher se vuelve a reunir con Andrew Kevin Walker para adaptar la novela gráfica de Alexis Nolent, con Michael Fassbender como el asesino a sueldo anónimo, quien desde que inicia la película nos habla de cómo lidiar con los desafíos de su trabajo. Cuyo mayor desafío es el aburrimiento, y es por eso que nos baña constantemente con monólogos internos sobre este tema y muchos otros, incluidas sus opiniones sobre la amoralidad del universo y la música de los Smiths, todo eso mientras está sentado en lo alto de una oficina alquilada de WeWork con su rifle de largo alcance en la mano; la oficina se ubica enfrente de un hotel cinco estrellas de París, donde un huésped que se va a alojar en una suite, cuya persona es el objetivo del sicario. 

A pesar del rigor frío y despiadado del asesino, su elaborada disciplina y sus impresionantes posturas de yoga, algo sale terriblemente mal sin motivo alguno; las personas ricas, despiadadas y ahora furiosamente decepcionadas que encargaron al asesino ahora querrán matarlo, por lo que él tendrá que matarlos. 

Fincher crea una acción enfocada completamente en la supervivencia del asesino, situación que lo lleva de París a la República Dominicana (donde tiene una remota hacienda de lujo), luego a Nueva Orleans, donde debe reunirse con el profesor de derecho que lo reclutó para este negocio en primer lugar, para pasar por Florida, a Nueva York y a Chicago donde debe reunirse con el barón de las criptomonedas que paga por todo. El resultado son escenas de violencia intercalada con el negocio onírico del disfraz y el ocultamiento de huellas, los interminables nombres falsos con los que es saludado sonriente en los hoteles o aeropuertos.

Realmente todo lo que sucede es un poco absurdo, sin embargo, la pura convicción y la entregada actuación de Fassbender y la dirección de Fincher aportan un nivel de profesionalismo que hacen del filme atractivo e interesante, tanto que logra atrapar al espectador, esto ocurre debido a que el material en ocasiones se ancla muy bien a tierra creando realismo casi inquietante. Algunos detalles de las situaciones que vamos viendo no son estrictamente correctos, su pura profusión tiene algo absorbente e incluso misterioso. En un momento vemos al asesino comprar muchos artículos específicos en un supermercado, por ejemplo, y solo en la siguiente escena aprende cómo deben usarse; este retraso en el aprendizaje crea su propia identidad de realismo que imaginamos que buscaba el director proyectar.

Al final Fincher crea un personaje con mucho misterio, a tal punto que nunca sabemos el nombre de este, y las interacciones con los otros personajes son distantes haciendo que uno como espectador nunca conecte con el personaje. El otro misterio que rodea es su propia historia, nunca sabemos por qué tiene que aniquilar a la persona ni quien es, porque la empresa decide matar a su empleado; todo eso se incluye en la escena con Tilda Swinton.

El asesino es un thriller de pura superficie y estilo, dirigido con un estilo fantástico, y el rostro inescrutable de un Fassbender perfecto y en estado de gracia.

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