She Came to Me | Review

En la nueva comedia de Rebecca Miller, Peter Dinklage interpreta a un compositor que escribe una ópera sobre su romance que tiene con una capitana interpretada por Marisa Tomei que conoce un día en un bar. 
She Came to Me (2023)
Puntuación: ★★½
Dirección: Rebecca Miller
Reparto: Peter Dinklage, Anne Hathaway, Marisa Tomei, Joanna Kulig y Brian d’Arcy James
Disponible: VOD Google Play

En el último trabajo de Rebeca Miller, el afamado Peter Dinklage interpreta a Steven, un compositor de ópera que lucha contra un bloqueo de escritor inquebrantable. Desde que inicia la cinta nos enteramos de que esta no es la primera vez que el músico queda atrapado en un letargo creativo: su ópera anterior se vio obstaculizada por un ataque similar de improductividad, producido por de un largo episodio de depresión, situación que lo llevó a Patricia (Anne Hathaway), su terapeuta ahora convertida en esposa. 

Entonces sacando conclusiones, el nuevo bloqueo de Steven puede ser la falta de aventuras o simplemente ya se aburrió de su esposa, como si se pudiera tirar a alguien así no más. Esto se confirma cuando un día haciendo un paseo sin rumbo, el compositor se topa con Katrina (Marisa Tomei), una animada capitana de un remolcador, que se hace decir que es “una adicta al romance”, le confiesa con franqueza en el espacio íntimo de su barco, mientras se acuestan en la cama. Al terminar el acto, Steven huye del barco oxidado, dejando a la mujer, pero mientras huye y cae accidentalmente al agua varias notas dramáticas de música clásica le brotan en sus pensamientos. De ese breve encuentro nace la nueva ópera de Steven.

La cinta lo que construye en primera idea es un espinoso triángulo amoroso está incrustado en otra subtrama, haciendo que el desarrollo se vaya distanciando del enigma central para expandirse como una tríada. Mientras Steven cambia la depresión por la ansiedad, Patricia redescubre su religiosidad, empaca bolsas hasta el borde con donaciones a la iglesia e interroga a las monjas sobre los entresijos de sus rutinas. Mientras los padres están envueltos en sus propios problemas, Julian (Evan Ellison), el hijo adolescente de Patricia, se enamora de Tereza (Harlow Jane), su compañera de escuela e hija de Magdalena (Joanna Kulig), que es la señora del aseo de su casa, que a su vez Magdalena está casada con Trey (Brian d’Arcy James), que trabaja como taquígrafo y es una persona sumamente conservadora.

Si este intento de explicar la trama del filme suena abrumador, lo mismo ocurre con la película de Miller. Ya que empieza a construir momentos incómodos y raros a todos sus personajes, como si no supiera para cuál historia tirar o para donde desarrollar la película, haciendo que el filme le falte impulso y emoción. Pero lo peor aquí, es que todos los actores se sienten como que están en otro filme que no es She Came to Me, aquí todos carecen de una química palpable, elemento fundamental para una comedia romántica. 

Eso sí, las actuaciones son correctas, Peter Dinklage con sus grandes ojos logra proyectar la tristeza que rodea a su personaje, haciendo que podamos comprender sus silencios y todos sus aspectos de vida. Hathaway interpreta a una mujer en el apogeo de una crisis existencial burguesa, pero por momentos se siente un tanto sobreactuada. Joanna Kulig realmente está desaprovechada, su personaje pese a que tiene sus momentos no termina de resaltar como una madre inmigrante atrapada en un matrimonio desdichado. Luego está Marisa Tomei. Cuando la conocemos por primera vez, está pasando su día libre en un bar vacío, esperando que alguien entre por la puerta y la sorprenda. Se sienta en una mesa y observa en silencio a quienes la rodean mientras se hace prácticamente invisible. La ganadora del Oscar hace una caracterización inteligente, que presagia la experiencia de Katrina para integrarse, pero su rango está en otro nivel que de sus compañeros, aunque podemos decir que el carisma natural de Tomei es lo mejor del filme. 

Sin dudas estamos antes una de las mayores decepciones del año, por un lado Rebecca Miller es una brillante cineasta como lo ha demostrado anteriormente, y siempre es fantástico volver a ver un trabajo de la cineasta; y por el otro el elenco que tiene el filme, que pese todos están muy bien se sienten un poco desaprovechados, aunque Marisa Tomei, sabe sacar provecho a lo que tiene.

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