Ridley Scott crea una telenovela entretenida sobre el mundo de la moda desde los hechos ocurridos en la familia Gucci mientras Patrizia Reggiani planea matar a su ex, Maurizio Gucci.
La Casa Gucci (2021)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Ridley Scott
Reparto: Lady Gaga, Adam Driver, Al Pacino, Jeremy Irons, Jared Leto y Salma Hayek
Disponible: Estreno en cines
Hay decirlo de entrada, si viste los tráilers promocionales del anuncio de La Casa Gucci, ya uno sabía lo que se iba encontrar; una cinta totalmente camp con todo lo bueno y malo que carga esa palabra, ya que por sí sola la obra no se puede tomar muy en serio pese a los temas que va desarrollando si lo sean.
El filme de Scott es una telenovela fantástica y desordenada sobre la caída de la casa de Gucci, donde sin dudas su principal atractivo es la gloriosa interpretación de Lady Gaga como Patrizia Reggiani, la enfurecida ex esposa de Maurizio Gucci, nieto del fundador de la casa de moda Guccio Gucci. La ganadora del Oscar logra sostener con fuerza la película, pese a tener que soportar su peculiar acento de inglés extranjero forzado. Cada vez que Gaga aparece en la pantalla, uno no puede evitar sonreír ante su astuta elegancia, picardía y rendimiento. Ella se entrega totalmente al circo y sale bien parada.
La película cuenta una historia digna de un culebrón de Televisa, donde las traiciones, el ansia de poder y del dinero juegan un papel crucial en cada uno de los personajes que integran está familia, todos son seres detestables pero con un carisma que logra generar risas o emociones en el espectador.
Gaga nos muestra una Patrizia que es una joven aspirante y descarada que también es profundamente inocente, está trabaja para su padre en un puesto de secretaria, este es un transportista socialmente humilde pero acomodado. Patrizia con sus vestidos a lo Elizabeth Taylor es el corazón de este culebrón tragicómico, y eso queda muy en claro desde el primer momento donde conoce a Maurizio Gucci (Adam Driver) en una fiesta en la década de 1970. Dicho momento es clave para comprender la esencia del personaje de Patrizia, ya que cuando escucha el apellido del chico que conoce en la barra, este la golpea como una bocanada tal cual parece un queso de dibujos animados al sonreír. Driver interpreta a Maurizio con una timidez galante cuyo look está inspirado en el estilo peculiar de Yves Saint Laurent, otro genio de la moda.
Como es obvio en estas historias de telenovela, Patrizia y Maurizio de enamoran y se casan pese a que Rodolfo, padre de Maurizio, (interpretado por Jeremy Irons) un ex ídolo de cine que abandonó el mundo del espectáculo para volver a unirse a la empresa familiar no apruebe dicha relación debido a que sospecha que Patrizia es una cazafortunas.
La historia va tomando fuerza cuando Patrizia entra en escena en la familia de su marido y empieza a conocer al resto de los integrantes, incluido el primo perdedor y aspirante a diseñador, Paolo: un tipo calvo y con sobrepeso interpretado por… Jared Leto, más exagerado que nunca, con un acento que va y viene, sin ningún sentido, pero que pese a todo ese disfraz el actor logra salir con algo de sentido. Este aporta todo el chiste y la exageración que realmente es La Casa Gucci.
Luego está el genial tío de Maurizio, Aldo, interpretado con medida por Al Pacino, que logra darle cierto encanto al circo que va ocurriendo alrededor de cada uno de los miembros de esta familia.
Sin dudas lo que va haciendo al filme interesante es la relación entre Patrizia y Maurizio, especialmente en como está va planeando el dominio futuro de su marido en la empresa, logrando ser una influencia peligrosa en este; pero todo cambia cuando él ingratamente empieza a dejarla de lado después de volver a enamorarse de una conocida de clase alta: Paola Franchi.
La casa Gucci, es una obra agradable a pesar de tener leves caídas de ritmo pero sin perder su tono exagerado o tomar decisiones narrativamente hablando poco funcionales a la hora de ir construyendo a sus personajes. Es verdad que a la cinta le falta fuerza o algo que impacte mucho más y eso puede ser a la visión del director Ridley Scott, quien ocasiones no logra tener la mirada que una historia como esta ocuparía, y termina siendo el ojo de un turista sobre la cultura Italiana.
Pese a todo eso la obra carga un entusiasmo donde el director marca cada escena, a menudo con grandes canciones de la cultura pop de esos años que se vuelven un deleite y subraya la idea camp del filme.
El vestuario es una pieza clave al contar una historia que tiene que ver con una de las marcas de moda más grande de la historia, pero pese a hacer relevante no logra destacar como debería, eso sí, juega un rol en la forma de ser de cada uno de los miembros del grupo familiar, especialmente en Patrizia.
Al final, como dijimos desde el inicio esta es la película de Lady Gaga, y es con quien uno se queda al salir de la sala de cine.