La cinta elegida por Corea del Sur para los Oscar, es un filme dinámico sobre un desastre distópico ambientado en un edificio de apartamentos que queda en pie posterior a un mega terremoto.
FICM 2023 | Concrete Utopia (2023)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Um Tae-hwa
Reparto: Lee Byung-Hun, Park Seo-jun, Park Bo-young, Park Ji Hoo y Uhm Tae-goo
Con un movimiento arriesgado y alejado de las fórmulas de películas lógicas para competir a los premios Oscar, la selección de Corea del Sur es una propuesta fresca que ya ha demostrado ser un éxito comercial en su país, para luego pasar con bastante entusiasmo en los festivales Toronto, Morelia y Sitges.
Concrete Utopia de Um Tae-hwa es un filme de desastres que se centra en las consecuencias luego de un terremoto cuando varios sobrevivientes intentan crear un nuevo orden social en el último complejo de apartamentos que aún queda en pie en Seúl. Una mezcla hábil e inventiva de peligro, violencia y comedia negra, que tiene ecos a High Rise de JG Ballard, o ese estilo mordaz que tenía Triangle Of Sadness, incluso se puede notar esa crítica que hablaba Snowpiercer del coreano Bong Joon-ho.
La cinta inicia con una secuencia mostrando un terremoto que golpea Seúl y destruye prácticamente todo a su paso. En medio del manto gris de escombros y muertes, el único lugar que aún permanece en pie es un complejo de apartamentos llamado Hwang Gung. Los vecinos esperan que llegue el rescate. No tienen medios para contactar con el resto del mundo, ni tienen idea de cuán extenso es el daño o qué ha sucedido exactamente. El espectador permanece en el mismo estado de ignorancia que los personajes.
Entre el variado conjunto de personajes, vamos a seguir a la enfermera Myung-hwa (Park Bo-young) y su marido Min-sung (Park Seo-jun), un ex funcionario, ambos pertenecen al grupo de afortunados de estar vivos claramente, y de vivir en el complejo de apartamentos que quedó en pie. Su instinto inmediato es brindar ayuda a los demás y lograr sobrevivir. Dichos rasgos definirán a la pareja a medida que todos los horrores de la vida después del terremoto comiencen a tomar forma.
Como sería lógico en este tipo de películas e imaginamos que en la vida real sería igual, los recursos son finitos y comienzan a disminuir con el paso de los días, además que no hay señales de rescate, por lo que se hace evidente que alguien debe ponerse a cargo del control del edificio y de la comida. Kim Young-Tak (Lee Byung-Hun) es el elegido delegado del complejo y pronto establece regulaciones y organiza el racionamiento. También inicia una política de que el complejo debería ser solo para residentes, y que todos los demás deberían ser desterrados a su suerte en las gélidas ruinas de Seúl, lo que da el comienzo a una cuasi dictadura y nuevo orden de civilización, lo que genera un creciente espíritu caótico.
Las consecuencias del terremoto son un caldo de cultivo para que las personas muestren su salvajismo y su lado de supervivencia, donde el más fuerte gana. Um Tae-hwa lleva a cabo un escenario predecible, pero con estilo, uno que logra mantener el impulso narrativo, poniendo a prueba a los personajes con dilemas morales y dándonos unos cuantos giros que se construyen muy naturales, algo que los cineastas coreanos saben trabajar muy bien. Además logra incorporar unos cuantos flashbacks reveladores de algunos personajes que sirven para mantener en ebullición la trama.
Lee Byung-Hun encabeza un elenco fuerte, dotando a su personaje cada vez más psicótico de una determinación despiadada e inquebrantable. Mientras que Park Bo-young y Park Seo-jun logran un trabajo destacable como una pareja que se enfrenta a varios eventos que sacan a relucir lo mejor y lo peor de ellos.
Puede ser que la cinta se estanque por momentos y que se sienta alargada, pero al final todo termina funcionando debido a que los personajes están bien dibujados, la trama es inteligente y los comentarios sociales nunca se pierden.