La ópera espacial de Denis Villeneuve es un evento obligatorio para cualquier amante el cine y se define con una sola palabra: Épica
DUNE (2021)
Puntuación: ★★★★½
Dirección: Denis Villeneuve
Reparto: Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Oscar Isaac, Josh Brolin, Jason Momoa, Stellan Skarsgård, Zendaya, Javier Bardem, Sharon Duncan-Brewster y Charlotte Rampling,
Disponible: Estreno en cines
Sentarse en una butaca y disfrutar de una película de semejante escala es un gusto que en pocas ocasiones la industria de Hollywood nos regala, dejándonos en claro que un filme blockbuster no tiene por qué ser tonto, ridículo o hiperactivo, que es posible hacer cosas de buen gusto, de calidad y bien desarrollado.
Adaptado de la obra de Frank Herbert de los años sesenta, Dune es una obra densa, temperamental y, a menudo, sublime, donde todo está muy bien estructurado para ofrecer un entretenimiento de altura, donde su director logra crear imagen que va a dejar a más de uno con ganas de seguir viajando a las arenas del planeta llamado Arrakis.
Timothée Chalamet interpreta a Paul Atreides, su héroe arquetípico, inseguro de sus poderes y cuestionando por la enorme tarea que le toca en el futuro, debido a que su padre es el Duque Leto, el protector de la casa Atreides y ha recibido la administración del planeta desértico Arrakis, fuente de una sustancia llamada “especia”, misma que prolonga la vida y alimenta los viajes espaciales de la organización llamada “La Cofradía”.
Pero Arrakis, aunque arenosa, no está completamente desierta. En el planeta habitan unos enormes gusanos de arena que atacan al menor detector de movimiento o ruido, y también es el hogar de un pueblo conocido como los Fremen, habitantes que han sido atacados por el Imperio por muchos años, especialmente por la casa Harkonnen, los encargados de administrar el planeta y la “especia”, y los principales enemigos de los Atreides.
Esta no es la primera ocasión que vemos en pantalla la historia la los Atreides y las luchas de poder en DUNE, en 1984 el maestro David Lynch se tomó la titánica tarea de contarla, aunque esa versión no tuvo mucho éxito y para muchos no logra plasmar lo que había creado Frank Herbert se ha considerado toda una obra de culto, pero ahora muchos años después el visionario director Dennis Villeneuve toma el reto de volver adaptar la obra compleja y para eso toma la decisión de dividir el primer libro en dos partes, y podemos decir de antemano que la idea funciona bastante bien desde la perspectiva de ir construyendo la historia y los personajes principales. Pero esto tiene un riesgo muy grande, y es que si la cinta fracasa en la taquilla es muy probable que nunca podamos ver la conclusión del cuento.
Volviendo al filme, Villeneuve logró hacer suya la historia de DUNE, haciendo que en ocasiones la historia se tome su tiempo en ir construyendo los puntos hacia donde quiere llegar al terreno de las partes de intrigas políticas, que dicha adaptación que hace el director y su equipo sea más enfocada hacia la casa Atreides y las otras subtramas no tengan el peso necesario, provocando que los personajes antagónicos que son de la casa Harkonnen no brillan tanto o no tenga un argumento de mayor peso.
El filme es bastante grande en todos los sentidos, y eso queda muy evidente en su impresionante reparto encabezado por el joven actor Chalamet, quien logra con bastante solvencia transmitir con su mirada las emociones que siente Paul Atreides, y así podamos comprender los pensamientos del personaje, detalle que es importante debido a la manera en que está escrito el material de origen.
En el reparto tenemos a Oscar Isaac como el Duque Leto, a Josh Brolin como el maestro de armas de los Atreides, Jason Momoa como un guerrero Atreide, Javier Bardem y Zendaya como parte del pueblo de los Fremen, quienes debido a la forma que está hecha la cinta su participación es muy corta, pero tendrá mucho más peso en la segunda entrega.
Por otro lado, tenemos a Rebecca Ferguson como Lady Jessica, madre de Paul y concubina del duque Leto, pero sobre todo ella pertenece a “Las Bene Gesserit”, quienes son una orden poderosa y antigua de mujeres cuyos objetivos y acciones formaron un elemento crítico en la evolución de la humanidad y muchos de los principales desarrollos de la trama, siendo el segundo personaje más importante de la historia.
El trabajo de Ferguson es bastante destacado con respecto al resto del elenco, la actriz logra robar cada escena en la que aparece, su trabajo es tan notable que incluso cuando no está presente en escena se nota su ausencia.
Villeneuve logra confiar bastante en el espectador, por lo que va dejando que la temperatura aumente lentamente antes de que las grandes piezas del juego se vayan revelando y así sumergimos a este mundo, lleno de mitos y misterios, desprovisto de señales narrativas o incluso de una exposición práctica.
DUNE es sin dudas la obra más grande del año, sus efectos visuales son impresionantes, el otro valor agregado es la partitura de Hans Zimmer que eleva el material todavía mucho más dejándonos atónitos, por lo cual esperamos que todos vayan al cine y la vean en la mayor pantalla de su gusto.