Everybody Loves Jeanne | Review

El elegante debut cinematográfico de Céline Devaux explora la vida de una mujer de negocios llamada Jeanne que intenta escapar de sus demonios internos. 
Everybody Loves Jeanne (2022)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Céline Devaux
Reparto: Blanche Gardin, Laurent Lafitte, Maxence Tual, Nuno Lopes y Marthe Keller       
Disponible: MUBI

La cineasta e ilustradora Céline Devaux hace su debut cinematográfico con un estudio de personaje desde la mirada de una comedia romántica muy francesa; aunque se apoya en gran medida con un aire de extravagancia e indudablemente elegante.

Jeanne (Blanche Gardin) es una mujer que apenas se mantiene cuerda mientras se tambalea al borde de la bancarrota. Sus nervios agotados toman una forma sensible cuando criaturas parecidas a trolls animadas dibujadas con líneas brotan de su subconsciente para burlarse de ella y provocarla. Ocasionalmente, improvisan rutinas completas de canto y baile, basadas en sus inseguridades o humillaciones públicas recientes. En otras manos, este recurso podría haber resultado un poco agotador, pero Devaux le da un estilo visual atractivamente anárquico y un sentido de picardía que resulta interesante. 

Jeanne es una empresaria que ha desarrollado un dispositivo que recolecta microplásticos del océano, justo en el momento en que sus sueños se van a hacer realidad todo su mundo se hunde, incluida su reputación, ya que el prototipo costoso que había trabajado se hunde y no funciona. Situación que la deja en la bancarrota, aunque la cinta indica “pobreza” estamos claro que la cineasta no sabe muy bien ese concepto y lo que significa ser pobre. Jeanne tiene que asumir las consecuencias de sus actos y eso es, que ella es la única garante de los préstamos masivos que tiene que pagar. Sus voces internas sugieren que se arrojó debajo de un autobús. Pero en medio de esa crisis, encuentra una solución y es vender una casa en Lisboa donde ella y su hermano vivieron con su difunta madre conflictiva.

Lo que sigue es muy obvio, Jean viaja a Lisboa para vender el apartamento, pero en su viaje a Portugal tendrá que lidiar con su exnovio Vitor (Nino Lopes), y en el aeropuerto, conoce a un chico muy extraño llamado Jean (Laurent Lafitte), aparentemente un excompañero de la escuela, que le dice algunas cosas atrevidas, extrañas y, sin embargo, extrañamente seductoras.

Un punto interesante del filme, es que la cinta al inicio parece que va a ser una comedia irónica sobre un conocido de la época escolar, pero a su manera el filme va a ir cambiando su tono irónico para concentrarse en las emociones de Jean y en los conflictos de este sobre sus problemas de salud mental, al mismo tiempo ese mismo tema se fija en las resoluciones de Jeanne.

El filme no va más allá de lo que quiere contar y en como las relaciones de los diferentes personajes se van desarrollando, con algunos momentos agradables, otros irónicos o incluso graciosos como cuando Jean roba una moto.

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