Sin tiempo para morir | Review

La larga espera de la entrega 25 de la franquicia Bond es una épica fascinant con audaces sorpresas bajo la manga.

Sin Tiempo para Morir (2021)
Puntuación: ★★★★ ½
Dirección: Cary Joji Fukunaga
Reparto: Daniel Craig, Rami Malek, Ralph Fiennes, Naomie Harris, Ana de Armas, Ben Whishaw, Jeffrey Wright, Léa Seydoux y Billy Magnussen
Disponible: Estreno en cines


El nombre de James Bond es parte de la historia del cine, su legado es indudable y ahora su entrega número 25 llega esta semana a los cines de todo el mundo, luego de una larga espera por sus constantes retrasos debido a la pandemia del Covid-19. Pero podemos afirmar con bastante seguridad que esa espera vale toda la pena del mundo, y lo mejor es ir y ver esta película en la mejor pantalla y con el mejor sonido.

Daniel Craig, regresa nuevamente a la acción luego de los eventos ocurridos en Spectre; Y está será su última película como el espía de la inteligencia británica que carga con varias culpas y temores. El guión corrió a cargo de Neal Purvis, Robert Wade, y Phoebe Waller-Bridge, que podemos decir que la incorporación de Bridge juega un papel muy importante dentro de la narrativa de varios personajes. La ganadora del Emmy le agrega patetismo, drama y comedia a un Bond que siempre juega en el terreno de la seriedad; pero aquí la cinta logra descansar con ese humor que es super característico de Bridge.

El ingenio de los tres guionistas es tan acertado que incluso hacen homenajes a las películas viejas, pero de una forma espontánea, nada gratuitas o en el mejor de los casos las ejecutan con un tono de sarcasmo como una que es una clara referencia a Dr.No.

Si hay algo que hay que destacar por encima de sus guionistas o actores es la dirección de Cary Fukunaga, el director toma a Bond y lo hace suyo, se nota en todo momento su estilo y visión, llevando al personaje a terrenos pocos vistos o poco explorados. Aquí tenemos a un 007 enamorado que no tiene miedo de mostrar sus sentimientos, incluso haciéndolo tomar decisiones difíciles que lo hacen más humano. Podemos decir que, Sin tiempo para morir, es donde Bond se siente más persona.

El filme juega con romper varios detalles tradicionales de la franquicia, como que al inicio la siempre épica primera escena que abre la película no es con Bond, si no con otro personaje, que en este caso es un recuerdo traumático de la doctora Madeleine Swann (una Léa Seydoux maravillosamente reservada), que jugará un papel todavía mucho más importante con respecto a la última película, pero todavía lo más sorprendente de dicha escena es que nos presenta de entrada al villano.

Luego de ese recuerdo no vamos directamente a la sección de la canción, si no que nos coloca en otro momento, y es como han estado viviendo Swann y James su romance, y dicho evento vuelve a retomar sucesos que vimos en Casino Royale, y es ese detalle que nos va a marcar como será el ritmo de la cinta.

Después de todo eso que vemos en casi la primera media hora, Fukunaga nos explica realmente de qué va ser la historia y empezamos a entender cuál es el siniestro plan de guerra llamado “Heracles” que está desarrollando M (Ralph Fiennes) con un científico renegado Obruchev (David Dencik), pero la espeluznante arma es robada en una secuencia de absurda comedia de acción pero con unos movimientos de cámara que la hacen hermosa.

En este punto volvemos a ver viejos personajes y conocemos a nuevos como Nomi (Lashana Lynch) la nueva 007, una mujer sensual que tras el retiro de Bond toma el rol central dentro de M16 y es enviada a Jamaica cuando se enteran de que el objetivó que busca está en esa isla, casualmente también está James tomando unas vacaciones (todo un homenaje a Ian Fleming).

Entre varios giros y llegada de diferentes personajes, Bond decide volver a la acción y acepta, por lo cual viaja a Cuba donde trabaja como enlace con una agente un poco inexperta: Paloma, uno de los mejores personajes de la cinta, que es interpretado por una roba escenas completa Ana de Armas, cuya relación con Craig reafirma su química ya vista en Knives Out.

Es así como llegamos a Safin, interpretado de forma misteriosa, pero al mismo tiempo terrorífica por Rami Malek. Un villano a la altura de Bond, pero principalmente a la altura de un cierre de ciclo como es en este caso. Safin es un personaje que tiene motivos lógicos dentro del universo de Bond, su aura de misterio es lo que lo hace atractivo y además que está conectado correctamente con la historia de la franquicia.

La cinta nunca se detiene y sus casi tres horas no se sienten, cada minuto está bien aprovechado para ir contado la trama, adicionalmente deja brillar a todos sus personajes, haciéndoles que tengan un momento, especialmente Craig, Seydoux y Malek, pero sin dudas la película es de Craig.

Sin tiempo para morir es grande en acción, en misterio y sobre todo en la forma que va conectado los eventos con las anteriores cintas; pero sobre todo demuestra que la franquicia 007 todavía es capaz de sorprender, incluso en mundo dominado por universos de Marvel o DC, siendo eso lo que la hace que todavía queramos ver más de este personaje que sigue dejando huella en la historia del cine.

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