Wish: El poder de los deseos | Review

La nueva película de Disney Animation es un intento recordar la magia del pasado, pero el resultado es una de las peores películas animadas de Disney en años debido a lo plana que termina siendo. 
Wish: El poder de los deseos (2023)
Puntuación: ★★½
Dirección: Chris Buck, Fawn Veerasunthorn
Reparto: Ariana DeBose, Chris Pine, Alan Tudyk, Angelique Cabral, Victor Garber, Harvey Guillén, Niko Vargas, Evan Peters y Ramy Youssef 
Disponible: En cines

Wish: El Poder de los deseos, es la nueva propuesta de la factoría Disney, que al mismo tiempo es el filme que carga con el estandarte de los 100 años de la empresa del ratón, por lo cual está compuesta por los elementos que hicieron famoso a los filmes históricos de la empresa, entre ellos una amalgama de canciones que hacen referencias abiertas a las películas más queridas de la compañía, una estrategia que principalmente expone cuán singulares solían ser las producciones del estudio. Las canciones en sí son decentes y realmente buenas, más ninguna es memorable o destacable, o en el mejor de los sentidos llamativos. 

El otro punto que arrastra Wish es su historia, que se ve estancada entre canción y canción, mientras nos cuentan la lucha de una joven contra un rey aparentemente benevolente que secretamente disfruta controlando a sus súbditos aferrándose a lo que consideran lo más preciado, un único deseo. De verdad, nos está diciendo que estas personas de este reino, solo viven por un deseo, no tienen ninguna otra aspiración que un único deseo, lo que hace que la cinta se sienta en el mejor de los términos: tonta. 

El reino de Rosas está gobernado por Magnifico, quien se entrenó para convertirse en hechicero con el fin de proteger los deseos más preciados de las personas, almacenándolos en su castillo y decidiendo cuáles se concederán. Pero cuando la adolescente de buen corazón Asha se entrevista para ser su aprendiz, descubre que él solo concede deseos que encajan con su agenda, en otros términos, los deseos que le ayuden a aferrarse a su trono, por lo cual ahora su vida corre peligro debido a que sabe la verdad. Entre todo eso y sin desarrollo justificado Asha le pide un deseo a una estrella, que cobra vida y la ayuda a luchar contra Magnifico.

Buck y Fawn Veerasunthorn utilizan deliberadamente los tropos de cuentos de hadas, comenzando con una escena inicial en la que la narrativa se desarrolla a través de páginas de un libro ilustrado para niños. También inteligentemente, la apariencia de Wish imita la estética simple de las películas más antiguas de Disney, o incluyen varios guiños a obras como Bambi, Peter Pan, Cenicienta o Blancanieves, pero lo que en un momento es interesantes, esas referencias se van haciendo tediosas o incluso forzadas, especialmente cuando las subrayan descaradamente, y esto queda evidente con el concepto de la estrella mágica (subraya aún más la falta de ideas nuevas de Wish) que está presentada como una pequeña bola de energía demasiado adorable que le da el poder del habla a los animales amigos de Asha, provocando todo tipo de situaciones cursis que son acompañadas con frases nada ingeniosas o personajes convincentes o desarrollados. 

Pero en el intento de los cineastas de hacer que Wish recuerde a las viejas obras de Disney (y a los cuentos de hadas en general), termina siendo una insulsa sensación se cierne sobre el proceso: una sensación persistente de que todo lo que estamos viendo es un pastiche, un débil eco de lo que vino antes.

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