Nicole Kidman se mete en la piel de Lucille Ball en la nueva película de Aaron Sorkin, filme ingeniosamente estructurado que ofrece un vistazo agotador detrás de escena de I Love Lucy.
Being the Ricardos (2021)
Puntuación: ★★★
Dirección: Aaron Sorkin
Reparto: Nicole Kidman, Javier Bardem, J.K. Simmons, Nina Arianda, Tony Hale y Alia Shawkat
Disponible: Prime Video
Aaron Sorkin sigue jugando a explorar su faceta como director, trabajo que realmente todavía no termina de destacar debido a que no tiene mucho que ofrecer y siempre termina pesando más su mano como guionista, y en Being the Ricardos sigue ocurriendo lo mismo. Una comedia dramática que está inspirada en el legendario programa de televisión estadounidense I Love Lucy, protagonizado por la pareja casada en la vida real Lucille Ball y Desi Arnaz, cuyo apellido en el programa era “Ricardos”, que fue pionero en la comedia de situación y dominó los principales horarios de los años 50.
La película nos presenta a Ball estresada lidiando con los rumores de la prensa sensacionalista sobre la infidelidad de su esposo y especialmente con otros que ponen en peligro su carrera, donde afirman que ella es comunista, además la vemos como planta cara para conseguir una escena fallida exactamente correcta.
Nicole Kidman hace de una Ball meticulosa pero desconcertantemente educada y poco intuitiva. Javier Bardem es el pícaro Arnaz, Nina Arianda y JK Simmons son Vivian Vance y William Frawley, quienes interpretaron a sus vecinos Ethel y Fred; Tony Hale es su sufrido productor ejecutivo Jess Oppenheimer y Alia Shawkat interpreta a la escritora principal Madelyn Pugh.
Sorkin juega como es habitual con los diálogos que ocasiones intentan tomarse demasiado en “serio” y en otras roza la comedia, haciendo que el filme no encuentre una base en la cual sustentarse, detalle que a menudo termina siendo extenuantes o engreídos. Esto fue lo mismo que hundió su película anterior The Trial of the Chicago 7; y hace que esta no termine de funcionar nuevamente, a pesar de que está ingeniosamente estructurada y vehementemente interpretada.
Adicionalmente al drama que vamos viendo en forma lineal, Sorkin plantea un encuadre de falso documental en el que los actores mayores interpretan a algunos de los personajes secundarios entrevistados en la actualidad (o, presumiblemente, hace 10 o 20 años, dado el marco de tiempo) diciendo “Lo que tienes que entender es …”, esta forma realmente no ayuda mucho al filme, hace que pierda mucho sentido a lo que está construyendo y en muchos casos las cosas que hablan o se refieren terminan en nada importante y cuando exponen temas importantes, como las opiniones políticas actuales de Ball, quedan sin examinar.
A pesar del guión ágil, muchos de los componentes no logran aterrizar. Sorkin emplea tecnología antienvejecimiento en Desi para los flashbacks de sus antiguos días de discoteca. La estrategia reduce a Bardem a un macabro combustible de pesadilla. Más allá de los resultados desiguales, en el mejor de los casos, la aplicación de la reducción del envejecimiento es una elección extraña para un director que ha criticado la reacción de Twitter por su elección de Bardem y Kidman. Si la intencionalidad del casting proviene de no querer, como él dice, “personificaciones”, entonces ¿por qué usar el envejecimiento para crear esencialmente una suplantación?
Being the Ricardos, es una cinta que se agradece que no tome la fórmula tradicional de un biopic, pero al mismo tiempo no aporta mucho al imaginario colectivo de sus personajes como fue Lucille Ball y Desi Arnaz; aunque destaca bastante en la actuación de Nicole Kidman, quien entrega una de las mejores actuaciones de su carrera.