La nominada al Oscar Naomi Watts es una madre que corre para salvar a su hijo, en un filme que comienza con una tensión que nunca termina en desarrollar.
Desesperada (2021)
Puntuación: ★★½
Dirección: Phillip Noyce
Reparto: Naomi Watts, Sierra Maltby, Colton Gobbo, Debra Wilson y Woodrow Schrieber
Disponible: Estreno en cines
“Desesperada” es una película que se nota que es un proyecto creado durante la pandemia, y dichas obras se notan bastante por un detalle que es su forma de filmar; algunos proyectos usan la extensión exterior vacía para mantener la distancia y están los que utilizan un entorno interior pequeño para simplificar las cosas, adivinemos ¿cuál recurso utiliza este filme en cuestión?
Estrenada en el pasado festival de cine de Toronto “The Desperate Hour /Desesperada” (anteriormente llamada Lakewood), vemos como Naomi Watts intenta llegar al fondo de un tiroteo en una escuela mientras está varada en medio de la remota naturaleza canadiense. Cuyo proyecto está dirigido por Philip Noyce (Salt and Patriot Games) y carga una intensidad de emociones frenéticas.
Watts interpreta a una madre que sufre la pérdida de su esposo, quien murió el año anterior; tratando de ayudar a sus dos hijos a superar la tortura de quedarse atrás. Su hijo adolescente responde rebelándose y un viernes por la mañana se niega a ir a la escuela. Con un mínimo de paciencia, sale a correr en lo profundo del bosque cerca de su casa y luego de un asalto de llamadas que la interrumpen, decide desconectarse, ignorar a los demás y abrazar la paz del impresionante lugar. Pero cuando regresa a su teléfono, descubre que algo anda mal. Ha habido un tiroteo en la escuela de su hijo y en medio de la nada, ella tiene que averiguar si fue o no a la escuela y si todavía está vivo o no.
La cinta se apoya en todo momento en las emociones de pánico cuando Watts salta de llamada en llamada, provocando un escenario de pesadilla que se vuelve tenso especialmente viendo al personaje cargando desde lejos con información limitada, realmente esto funciona en la primera mitad del filme, pero el guion, de Chris Sparling, cuyo otro thriller de una persona por teléfono fue Buried, donde logró algo similar con mucha más delicadeza y más ingenio; cosa que aquí no es lo suficientemente ingenioso como para encontrar formas de involucrar a la protagonista con el drama que ocurre a lo lejos.
Las llamadas rápidamente se vuelven repetitivas y molestas y cualquier tensión inicial desaparece tan rápido como cualquier interés que podamos tener por la seguridad de Watts y su hijo en pantalla. Ella hace todo lo posible para sostener la cinta, creando una actuación física e impresionantemente comprometida.
Claramente es comprensible la desesperación de una madre por saber ¿cómo está su hijo? pero cuya angustia se convierte rápidamente en una intromisión bastante molesta, repitiéndose hasta la saciedad a las personas que claramente no pueden ayudar y, en última instancia, la historia lleva a la mujer a convertirse en una especie de detective, giro que se hace absurdo e incluso ridículo.