Ryûsuke Hamaguchi crea una obra fascinante sobre un director de teatro que se enfrenta a la infidelidad de su esposa y juega con las líneas escritas Tío Vanya de Chéjov.
Drive my car (2021)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Ryûsuke Hamaguch
Reparto: Hidetoshi Nishijima, Masaki Okada, Reika Kirishima y Tôko Miura
**Vista en screening**
Sin dudas las mejores palabras que pueden describir lo nuevo de Hamaguchi Drive my Car es misteriosa y hermosa, una obra inspirada en el cuento del mismo nombre de Haruki Murakami, que nos revela un viaje de nostalgia y de perdón.
Drive my car es una historia que carga un enigma sobre la identidad, los juegos de roles que se mezcla con una interacción social, pero al mismo tiempo es un retrato íntimo de un ser humano que busca sanar una herida donde la confesión, la creatividad y la sexualidad juegan un papel en sus personajes. Sin dudas lo que hace al filme interesante es como su director toma todos esos temas y les da un lenguaje cinematográfico muy propio y los lleva a un nivel complejo sin sentirse forzado o petulante.
Yûsuke (Hidetoshi Nishijima) es un exitoso actor y director de teatro que se especializa en producciones experimentales multilingües con subtítulos; actualmente está trabajando en Waiting for Godot de Beckett y se prepara para interpretar el papel principal en Tío Vanya de Chéjov. Tiene una relación compleja con su esposa Oto, una exitosa escritora y dramaturga de televisión que tiene la costumbre de murmurar en voz alta ideas sobre cuentos eróticos.
La vida de la pareja empieza en conflicto cuando esta se entera que Yûsuke puede perder la vista de un ojo; más tarde este se entera conmocionado de que eso ha cambiado la historia corta en la que ella estaba trabajando. Las cosas se complican mucho más cuando ocurre un evento devastador en la vida de Oto, y Yûsuke se enfrenta a una verdad cruel que lo marcará, ella había estado teniendo una aventura con un joven actor, un chico guapo y de mala reputación llamado Kôji (Masaki Okada).
Debido al problema de la visión y la historia que sucede con su esposa, éste acepta hacer nueva versión de su producción de Vanya en un festival de arte en Hiroshima y por razones complejas, elige al amante de su esposa el papel principal para su resurgimiento, hablándole al actor con calma que el maquillaje cubrirá la diferencia de edad. Mientras acepta a regañadientes que una joven tímida sea su conductora de su amado vehículo un Saab 900 color rojo.
Lo que sigue son diálogos brillantes entre Yûsuke y Misaki, cargados de tensión, dolor y misterio; pero mientras está ocurriendo, también vamos viendo la creciente relación de Yûsuke con su conductora Misaki, cuya ironía profesional se convierte en otra cosa cuando comienza a confesarle su angustia, motivado por el hecho de que le gusta escuchar una determinada cinta en el auto que tiene la voz de su esposa que recita los diálogos de la obra.
Yûsuke se nos presenta como una persona que tiene una cierta severidad y autodisciplina casi marcial que está acostumbrado al liderazgo y a dar órdenes, como es el caso con los actores mientras parece abierto a sus sugerencias, sin perder sus ideas, es una persona que quiere vivir en su propio mundo. Mientras que Misaki carga una sensación de ser una joven reservada que comparte unos momentos de intimidad con el hombre que le toca transportar diariamente.
Drive my car, hace un estudio de un personaje que va jugando al mismo tiempo con la obra Chéjov al colocar a dos hombres en los roles principales de Tio Vanya, haciendo cuestionar a Yûsuke sobre su forma de actuar ante su esposa y en cómo se compara con el amante de esta, pero sobre todo la historia siempre se hace la pregunta desde la mirada del espectador ¿Por qué decidió tragarse su orgullo y nunca confrontó vivamente a su esposa con lo que él sabía sobre su vida secreta y cuánto lo había herido?, sinceramente eso hace al filme interesante.
Pero sobre todo Drive my car hace algo más, y es que también nos cuenta la historia de Misaki hacia al final; una historia que no tiene por qué encajar perfectamente con todo lo que venimos viendo, pero funciona para mostrarnos una vez más, que la vida de otras personas es complicada, y que estamos siendo arrogantes si pensamos que sabemos todo sobre las personas que vamos conociendo, y que por alguna razón esa persona le toca interferir en nuestras vidas.